Ventanas cerradas,
No se puede ver más allá.
La intuición,
Hoy no da para más.
María no puede despertar,
Y en su sueño
Se duerme
Como queriendo viajar
Pasan los segundos,
el tiempo sigue vivo
y el viejo, desde su almohada,
dice ser su amigo.
El niño, queriéndose afeitar,
se corta, casi por la mitad.
Y el espejo, profundo y sin piedad
Lo mira, haciéndolo llorar.
Se hace de día,
La luna se va a dormir.
Y el niño, el viejo y maría,
Se encuentran en una orgía,
Y se van a sentir
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