viernes, 8 de mayo de 2009

Ventanas cerradas,
No se puede ver más allá.
La intuición,
Hoy no da para más.

María no puede despertar,
Y en su sueño
Se duerme
Como queriendo viajar

Pasan los segundos,
el tiempo sigue vivo
y el viejo, desde su almohada,
dice ser su amigo.

El niño, queriéndose afeitar,
se corta, casi por la mitad.
Y el espejo, profundo y sin piedad
Lo mira, haciéndolo llorar.

Se hace de día,
La luna se va a dormir.
Y el niño, el viejo y maría,
Se encuentran en una orgía,
Y se van a sentir

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